DE VUELTA DE ZARAGOZA

Ha sido fantástico el volver de Zaragoza dejando a mi madre sentadita en su sillón, vestida y sin escayolas. Nadie se imaginaba que esto iba a ser así, yo tampoco, pero esta madre tiene una fortaleza que ni los médicos se lo creían. No es que esté hecha una rosa, pero de morirse a estar sentadita hay una abismo casi incomprensible. Me vine contenta, eso sí con un frío de mil demonios porque este Zaragoza es una nevera sin descongelación. Y es que llevan bajo cero desde hacía más de una semana, así que aunque no ha nevado parece que lo haya hecho porque todo está blanco, pero es escarcha congelada. La niebla no deja salir el sol y todo está helado con lo que la sensación de frío es todavía mayor, lo que en Cataluña se llama "boira gebrada" y en Aragón "centellada"
Lo de Zaragoza es algo único, morirse de calor en verano y congelarse en invierno. Antes como teníamos la casa de la mamá pues no se notaba tanto pero ahora hay que estar en hotel y coger el autobús para irla a ver a la residencia que está en las afueras y claro, no vas a estar luego toda lo que queda de tarde en el hotel, pues ¡hala! a pasear y ver tiendas y de paso a comprar algún caprichillo que en mi caso ha sido la compra de tres libros, entre ellos uno de Gloria Fuertes ilustrado por Jesús Gabán que me encanta cómo ilustra
Este frío ha servido para que pudiera estrenar el abrigo tipo oso polar que me regalaron los de Venca y me parece que es la primera vez que me pongo abrigo en no sé cuántos años; abrigo y guantes porque ésa es otra: las manos se congelan. toda la gente iba con sus pieles, sus guantes, bufandas y gorros de todas las formas y maneras. A punto estuve de comprarme una gorra con visera; pero me supe aguantar las ganas porque los precios eran desorbitados y, además para sólo un día... porque en Masnou es ridículo lo de la gorrita con la temperatura que hace y eso que hoy está la cosa más fresquita porque hace un poco de aire, pero vamos, en este momento, yo tengo las dos habitaciones de la terraza con la puerta abierta y también la ventana de la habitación de los chicos, bueno la que la gente diría de los "invitados"que yo llamo del hotel media estrella, aunque en el fondo, para mí, siempre será la habitación de los chicos y hoy lo es porque como ha venido Segis pues allá tiene su dormitorio.
Ayer me llamó y me dijo que me venía a buscar a Zaragoza porque así iríamos juntos a Masnou. Me puse supercontenta porque ha venido un día antes y dejé el viaje en autobús y me vine con él en su coche. Antes fuimos a comer al Verrugón y después fuimos al hotel abuscar mis cosas y tomar una infusión. Y ya puestos en faena nos dimos una vuelta por unos grandes almacenes a buscar los regalos para los gemeletes y Luiggi porque él como no estará para el día de Reyes les quería dar sus regalos. Tiene que hacer un trabajo sobre la navidad catalana y ha aprovechado el día de hoy para hacer el reportaje y yo he aprovechado para poner orden en el desorden que es esta casa
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