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...Y NO POR AÑO NUEVO

He recibido muchas felicitaciones en estos días; pero siempre hay algunas que nos llegan al corazón más que otras y ésta de hoy es una de ellas. Me la ha mandado un gran amigo al que conocí cuando visité México hace ya unos cuantos años. Escribía en el foro de Literatura y por lo que decía, estaba convencida que era una persona ya mayor que los domingos vendía artesanías y quesadillas en la Plaza del Zócalo; pues bien este señor mayor resultó ser un joven que, además de escribir estupendamente, era y es un magnífico escalador, montañero y explorador; una persona que ama la montaña, el campo, la flora y la fauna de su país y del mundo y que tiene un gran respeto por los pueblos indígenas con los que convive durante sus exploraciones y a los que considera sus amigos, sus hermanos. Yo sigo sus aventuras a través del boletín de montañismo que dirige y que llega siempre puntualmente a mi buzón electrónico. Éste es Carlos Rangel al que doy las gracias por permitirme poner en mi blog esta felicitación que me/nos obliga a pensar y me/nos desea cosas tan bellas.

Gracias, Carlos Rangel por este magnífico regalo.

Y aquí dejo el regalo para toda persona que lo quiera leer esperando lo sepa apreciar tanto como yo.

 

"Felicidades...y no por el año nuevo

En estas fechas uno se sorprende de que todo mundo crea que debe ser bueno, comprensivo y apelar al espíritu navideño. Como ustedes me conocen, yo no soy así porque si el espíritu navideño existe, no debe ser sólo de momento, sino de toda la vida. Ser de una forma específica implica ser constante. Por eso no creo en navidades ni cambios de fechas, sean años legales o años de haber nacido.

Tengo un amigo, un indio zapoteco que sólo terminó el primer año de primaria. Ahora es bisabuelo y un hombre sabio por su edad, por los largos años que ha trabajado la tierra, por la enorme cantidad de libros que ha leído y por toda una vida de estar pensando. Él tampoco cree en estas fechas.

Alguna ocasión, fue a la iglesia obligado por las circunstancias (y su mujer, hay que decirlo) y el sacerdote le reprendió: "¿Por qué no has venido a la casa de dios?" La respuesta que dio fue contundente:

--Usted quiere que venga aquí para escuchar misa y arrepentirme de mis pecados. Pero yo soy un hombre que trabaja todos los días para mantener a su familia y no tengo tiempo de venir aquí a arrepentirme de mis pecados. Pero además, no quiero venir. ¿Para qué? ¿Para arrepentirme de lo que usted dice que es pecado y no ir al infierno? Doña X se la pasa metida aquí arrepintiéndose de lo que usted dice que es pecado y nunca atiende a sus hijos. Viene y se confiesa, comulga y dios la ha perdonado. Pero en cuanto está en la calle, le vuelve a pegar a sus hijos, no les da de comer. ¿Para eso quiere que venga?

"¿Dios es alcahuete que ayuda a esconder los defectos de uno? ¿Quiere que venga? ¿Le pego a mis hijas y a mi mujer, me doy a la bebida y vengo el fin de semana a arrepentirme para que usted diga que dios me perdona y luego salgo a la calle y vuelvo a las andadas?"

Eso es lo que pasó. Desde entonces, los sacerdotes que pasan por su pueblo, le dan la vuelta y hasta le piden consejo.

Yo también creo que el famoso espíritu navideño es como ese arrepentimiento que tanto pregonan en las iglesias, con la añadidura de que tenemos un Santa Clós que inventó la Coca Cola para símbolo de ese arrepentimiento.

En fin. No voy a cambiar el mundo por pensar un poco diferente y tampoco quiero que cambien su mundo por lo que yo piense. Así que yo no les deseo nada en Navidad pero sí les deseo que en el 2006 (y el resto de los años que tienen pensado vivir) tengan:

Una mano amiga extendida cuando se ofrezca
Un hombro donde llorar
Unos ojos dónde reflejarte
Alguien en quién confiar

y las mejores cosas de la vida como:

Enamorarse.
Muchísima salud.
Reírse tan fuerte que te duela la cara.
Un baño caliente.
Una sonrisa mientras llueve.
Una mañana escuchando tu música preferida.
Recibir correo.
Estar en la cama escuchando la lluvia.
Un baño de espumas.
Toallas calientes y quien te seque.
Que alguien te diga que te quiere y necesita.
Una conversación larga y amena con un viejo amigo/a.
Un encuentro amoroso.
Despertar y darte cuenta que todavía puedes dormir unas cuantas horas más.
Aquel beso que tanto deseas.
Sorprenderte como cuando eras niño/a.
Dormir tranquilo/a.
Ver una buena película con alquien que amas.
Mirar la expresión en el rostro de una persona cuando abre un regalo muy esperado.
Sentir las manos de quien amas en tu espalda.
Observar un amanecer en la playa.
Ver el mar.
Ver el cielo estrellado.
Una palmadita de consuelo.
Que alguien te mire de esa manera tan especial.
Un jugo de naranja en un día muy caliente.
El periférico sin tráfico.
Una plana del periódico sólo con buenas noticias.
Levantarte cada mañana sin que te duela nada.
Recibir el perdón de alguien a quien has ofendido.
Darte cuenta que es mejor ser feliz que tener la razón.

Y bueno: muchas más cosas. Sobre todo, les estoy agradecido de poder contar con ustedes y espero que sigamos así hasta que se nos acabe la fecha de caducidad =)

Un abrazo y nos vemos el año que viene.

P.D. Por favor, no lo forwardeen. Esto tiene como objetivo un público específico que conozco: ustedes. Nadie más."

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Carlos Rangel Plasencia
Montañismo y Exploración
http://www.montanismo.org.mx
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2 comentarios

Gloria -

Es verdad que eres un magnífico regalo con esa energía que tienes. Que la conserves durante toda tu vida y que nos la contagies.

jaume -

Feliz Año Nuevo Amparo!

El mejor regalo para estas fiestas es seguir disfrutando un año más de tu amistad, alegría, vitalidad e entusiasmo que desbordas en todo lo que haces.

Un abrazo y un beso muy, muy fuerte.

Jaume