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DÍA DE REYES MAGOS

DÍA  DE  REYES  MAGOS

La celebración del Día de Reyes el 6 de enero no me acaba de parecer exacta ya que la fiesta verdadera empieza a media tarde del día 5, cuando todos los pueblos y ciudades de nuestro país y de muchos otros lugares del Planeta, por pequeños que sean se vuelcan en hacer que los niños y los no tan niños de lugar queden envueltos en un halo de magia con la llegada de estos Reyes Magos portadores de ilusiones y alegrías. Los dos días tendrían que ser significativos en el calendario.

Y me renace la esperanza al pensar que si todo un pueblo es capaz de moverse por hacer felices a los niños, no todo está perdido en nuestra sociedad, en nuestro mundo.

Siempre me emociono al ver la cabalgata, tal vez sean los recuerdos de la infancia los que se me presentan, pero es así y creo en el poder mágico de esos Reyes. Tal vez, por eso, anoche pude ver cumplidos uno de mis sueños: hacerme una foto con un Rey Mago de la cabalgata; fue con el rey Baltasar. Cuando era niña mi rey preferido era Melchor, ahora lo es Baltasar, porque a través de él ahora sé que no existen las diferencias por el color de la piel, ni por ninguna otra cosa. Supongo que este cambio es el cambio que ha habido en mi modo de ver el mundo, en las experiencias vividas y en cómo quiero que sea nuestra Madre Tierra que nos ha escogido para que vivamos en ella.

He tenido que esperar 67 años, a ver cumplido ese sueño, y eso me hace pensar que todo se puede llegar a cumplir en nuestra vida si no se pierde la fe, se sigue creyendo en la Magia Espiritual y se deja siempre un sitio a la Fantasía.

He tenido muchos regalos; pero quiero dejar aquí uno muy especial de una gran persona y amigo: poeta y profe de Lengua y Literatura, Guillem Vallejo.

 

ESTALLA AMOR

Estalla verso, latido,

mano que aún lo eres todo,

dedos que vais al sueño,

sed interrogante

de este siete que empieza.

Estalla las mentiras

en el mòvil por puntos,

en el cajero automático

de las palabras-promesa

que a nada nos conducen:

primero, quizás, mañana...

Y a sorbos de luz

apura el corazón, el vaso,

el paso y la memoria.

Aparta la mirada

de los ciegos bolsillos,

el miedo de los hombros,

los años de inercia

callada y sucesiva.

Y alza las preguntas

que nunca osaste hacer,

y ama cual respiras,

inabarcablemente.

Y si quieres un mundo

más justo, más humano,

para todas y todos mejor,

sin degradante exclusión,

escribe acciones

en las cosas pequeñas,

como “infancia”, “juego”,

“educación”, “futuro”,

“hogar”, “agua”, “comida”, “

o“solidaridad”.

La hierba no posterga, crece,

El árbol no habla, da frutos,

El amor es, no promete.

Guillem Vallejo

 

 

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