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Continúa 1er DÍA: UDERZE

Continúa  1er   DÍA:  UDERZE

 

Llegamos sobre las 6 de la tarde a esta villa medieval que parece sacada de un libro de cuentos de hadas o de caballeros y princesas.
Lo primero de todo fue buscar hotel para lo que dimos una vuelta general a la ciudad lo que nos permitió hacernos una idea de lo preciosa que era y las vistas que tenía. Localizamos dos hoteles que están en la misma carretera, que, a su vez, pasa por mitad del lugar. En el primero no había sitio así que probamos suerte en el segundo y la suerte nos fue favorable. Era un hotel tipo familiar, de esos que llaman "con encanto". Nos dieron una habitación familiar que constaba de dos dormitorios separados por el baño y con puertas separadas lo cual me produjo cierto alivio al pensar que Segis podría dormir sin padecer los ronquidos de mi persona.
Dejamos el grueso del equipaje fotográfico y electrónico: bolsa con filtros, teleobjetivos varios, trípode, ordenador portátil, bolsa con todo el cablerío, bolsa de documentos y de ropa cogimos lo justo para dormir y cambiarnos al día siguiente y como hacía un día magnífico, nada de abrigo. Una vez todo en la habitación nos lanzamos a "la descoberta del poble", cámaras en mano. Flores en los balcones, parterres en las calles, macetas colgantes en farolas y puentes. A mí es que me alucina el extraordinario buen gusto que tienen estos franceses para adornar calles y casas.
Paseamos por la parte centro y luego subimos a la parte alta que corresponde con la antigua ciudad medieval y en un restaurante cenamos. No nos aprovechó mucho la cena porque en nuestro afán de cosas bonitas pedimos cenar en la terraza que daba al jardín y al río en el que, por cierto, se estaba celebrando una fiesta popular con música de la tierra, vino a discreción y jolgorio del personal. Total que la humedad se nos fue metiendo por el cuerpo y los dos estábamos congelaitos; pero, eso sí, disfrutando de una vista preciosa. Acabamos lo más rápido que pudimos porque como el restaurante estaba lleno, la cosa iba algo lenta, y salimos para irnos al hotel a ver si entrábamos en calor.
Una vez en el hotel montamos la "oficina ambulante" para poder descargar en el disco duro externo que traía Segis todo el material fotográfico y de vídeo hecho en aquel día y también lo hecho por mí pero éste en mi propio ordenata. Daba risa ver la afición con la que trabajábamos, sobre todo Segis. Y una vez acabado el trabajo y planificado el día siguiente pues eso: "al pulguero" como dicen, el irse a la cama a dormir, en mi tierra.
Bona nit (buenas noches en catalán) si es que alguien lee esto. Mañana será otro día. ¡ah! y si ese o esa alguien quiere ver mejores fotos del sitio que ésta, que es mía, que vaya al enlace que tengo en : web de un fotógrafo...

 

 

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